Lizardo Estrada a la REPAM: «Juntos podemos afianzar la misión de la Iglesia»

Incidir en políticas públicas a nivel regional que desde una perspectiva antropológica e integral tengan en cuenta aspecto como el cuidado de la Casa Común, propone el CELAM a Comité Ampliado de la REPAM 

Mantener y enriquecer el proceso de articulación entre el Celam y el Comité Ampliado de la REPAM, facilitará el crecimiento como Iglesia misionera

El obispo auxiliar de Cusco invita a trabajar en unidad como CELAM, REPAM y CEAMA, expresando siempre una plena adhesión al magisterio del Papa Francisco

Mons. Lizardo Estrada secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño ratificó el deseo del organismo de mantener y seguir fortaleciendo los vínculos con la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). 

En el mensaje dirigido a los participantes en la reunión del Comité ampliado de la organización que se congrega del 8 al 10 de noviembre en Florencia-Caquetá, el prelado extendió sus buenos deseos a las diversas instituciones y redes eclesiales territoriales, vinculadas a las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe.

Enriquecer procesos

«Juntos podemos seguir afianzando la misión de la Iglesia para incidir en políticas públicas a nivel regional que desde una perspectiva antropológica e integral tengan en cuenta aspecto como el cuidado de la Casa Común, la defensa de los derechos humanos y el servicio de la vida plena para todos, promoviendo la fraternidad y la amistad social,» afirmó trayendo a la memoria algunos fragmentos de la carta encíclica del Papa Francisco ‘Fratelli Tutti’.

Para el obispo peruano este deseo de seguir “caminando juntos” con la REPAM es una aspiración que se viene cumpliendo a través de las propuestas de los centros pastorales del Celam y de forma específica del Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral (CEPRAP).

Según el prelado mantener y enriquecer este proceso, facilitará entre otras cosas el crecimiento como Iglesia misionera, conscientes de esa necesidad de permanente conversión pastoral, sinodal y en salida; lo que en su opinión, ayudará a fortalecer los procesos y la actualización de los agentes de pastoral y en consecuencia de las comunidades que son acompañadas por entidades como la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).

Fortalecer el diálogo intercultural

En este sentido, el obispo explicó que será necesario estar al servicio de la vida, del cuidado de la Casa Común, la promoción de los derechos humanos, los pueblos y sus territorios. Siempre firmes en la defensa de la familia y los más vulnerables.

Al respecto aseguró que el trabajo para promover el diálogo intercultural podrá incidir positivamente en estos objetivos y en el reconocimiento de los valores propios de cada cultura, apoyando la configuración de una Iglesia verdaderamente sinodal, en donde la escucha, el diálogo, el discernimiento espiritual y las estructuras de participación facilitarán los aportes que pueden hacer las personas, organizaciones y redes para que «podamos aportar nuestros dones y carismas al servicio del Reino, viviendo profundamente la comunión».

Mons. Estrada considera que si acogemos los cuatro sueños del Papa Francisco, consignados en la exhortación apostólica postsinodal «Querida Amazonía» será posible «dar pasos firmes hacia acciones conjuntas que estén encaminadas a la transformación de las realidades que sufren las comunidades, personas, familias y la hermana y Madre Tierra».

Un planeta que sufre

De esta forma, el obispo auxiliar de Cusco cerró su mensaje invitando a «seguir trabajando juntos como CELAM, REPAM y CEAMA, expresando una plena adhesión al magisterio del Papa Francisco y desde luego abogando desde la plegaria para que sea María de Nazaret, quien los anime a ser testigos del amor de Dios y de su llamada universal a la fraternidad y al cuidado de la Casa Común».

Citando apartes de la exhortación ‘Laudate Deum’ del Papa Francisco, el prelado cerró su mensaje diciendo que “estamos ante una situación imperiosa, el planeta sufre y nos plantea serias preocupaciones sobre la responsabilidad humana y el cuidado de la Casa Común” y pese a lo lamentable del panorama no hay suficientes reacciones o las que puedan realmente contrarrestar desde lo concreto sus efectos con determinación; circunstancia que hemos de entender como un desafío ante un pecado estructural del que somos parte y nos llama con urgencia a la conversión personal y ecológica, mucho más si somos conscientes de que los mayores efectos los sufren los más vulnerables y olvidados.

Tomado de RELIGIÓN DIGITAL

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