Agradecido. Como peruano porque “se reúnen en mi patria” y como religioso agustino “les pido que me consideren como uno más de los integrantes de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR).
Fueron las palabras de monseñor Lizardo Estrada Herrera, obispo auxiliar del Cusco y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), en el marco de la 48a Junta directiva de la CLAR, que se realiza en Lima (Perú), del 2 al 5 de junio.
El prelado ha reiterado la encomienda de la 39a Asamblea General a la nueva Presidencia del Celam, recién electa en Mayagüez (Puerto Rico), de “seguir respondiendo a los desafíos de la misión para caminar en comunión, ubicándonos en condición de caminantes en esta permanente andadura”.
“Tengan la seguridad que así será”, ha dicho, toda vez que recordó que la CLAR ha sido “parte del proceso de renovación y reestructuración; han integrado e integran cada uno de los Consejos de los Centros Pastorales; y fueron activos protagonistas en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, especialmente en la dimensión espiritual que nos ha ayudado a caminar juntos”.
Además destacó que los religiosos y religiosas del continente han participado “activamente de todas las grandes iniciativas pastorales de nuestra Iglesia Latinoamericana y Caribeña” por lo que ha expresado su reconocimiento del Celam por “el fructífero trabajo conjunto y sinodal que se viene realizando en los últimos años con la CLAR”.
En conjunto con el Celam
Por otra parte, don Estrada Herrera recordó el camino afianzado entre la CLAR y el Celam a través de su Centro de Formación Cebitepal, con el curso de Prevención de abusos y cuidado de la niñez.
Alianza que también se ha consolidado en la participación activa con otros centros pastorales del Celam en eventos como Congreso Latinoamericano de Doctrina social de la Iglesia; redes territoriales por la educación y la ecología integral como acciones comunicativas conjuntas.
Por supuesto, la participación de la CLAR en la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad, celebrada a través de cuatro Asambleas Regionales en San Salvador, Santo Domingo, Quito y Brasilia, “nos ha enriquecido con la mística, la profecía y el compromiso que caracteriza a la vida religiosa.”
Por consiguiente, se trata de “un camino fecundo, fraterno y sororal, que la actual Presidencia desea continuar y profundizar” y ha reiterado que el Celam “bajo la guía del Espíritu Santo hemos afirmado nuestra vocación a vivir una más plena y profunda ‘colegialidad, eclesialidad y sinodalidad’ a fin de seguir anunciando la vida que proviene del Evangelio”.
Seguir caminando juntos
El Secretario general del Celam recordó que en el Mensaje final de la 39 Asamblea del Celam han mencionado que los obispos han reconocido las fragilidades, que “nos han impedido hacer un servicio más profundo para acompañar a los miembros de nuestra Iglesia que se han alejado o viven una pérdida de sentido y de aquellos que se han visto abandonados o no escuchados”.
Por tanto, “asumimos la necesidad de responder más fielmente a quienes sufren condiciones de exclusión, y reconocemos el llamado a tener una voz más firme que responda ante los procesos democráticos que están siendo fragilizados, recordando a los gobiernos su prioritaria vocación y compromiso por la justicia y la atención a los empobrecidos”.
También ha pedido acompañar la gestión de la nueva directiva, presidida por monseñor Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre y presidente de la Conferencia Episcopal del Brasil, que “necesita de ustedes, de la CLAR como de las Conferencias nacionales de Religiosas y Religiosas, de todas las redes eclesiales y, por supuesto, de todas las Conferencias Episcopales, para continuar y profundizar la conversión pastoral y sinodal de la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe”.
Tomado de ADN CELAM