Secretario general del Celam: “Que la economía solidaria no se quede en lo intelectual”

Monseñor Lizardo Estrada, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), ha enviado un mensaje a los participantes de la Escuela Internacional de verano de Economía de Francisco, que comenzó este 17 de junio, en México.

El prelado destacó que desde el Celam vienen apoyando el trabajo en redes territoriales y temáticas como parte de su renovación y reestructuración, por lo que estas iniciativas eclesiales son bien acogidas desde esta instancia.

Ha recordado que el actual modelo de desarrollo “muestra muchas heridas y ocasiona demasiados dolores” como: inequitativa distribución del ingreso, falta de solidaridad con los más desposeídos, abuso en la explotación de la naturaleza, entre otros.

Son situaciones que clama el cielo atender, por lo que en 2019 el Papa Francisco invitó a buscar “caminos inspirados de Francisco y Clara. Mirando primero a los más pobres. Nos ofrece una tarea, no una receta”.

Un llamado para potenciar “los rasgos positivos y seamos capaces de superar lo que atenta contra el Reino. Que derrotemos la cultura de la muerte. Que vayamos más allá del Viernes Santo, para vivir la Pascua de Resurrección”.

Signos de esperanza

Monseñor Lizardo destacó el papel protagónico de los movimientos de jóvenes que “realizan voluntariados en diversas áreas” como también “la presencia cada vez mayor de las mujeres con protagonismo en la sociedad, y un largo etcétera”.

“No podría ser de otra manera: la Iglesia, como decía Paulo VI, es experta en humanidad. Y desde esa experticia los convoca a pensar nuevos caminos y a impulsar tantas iniciativas que surgen en nuestros pueblos”, ha dicho.

Señaló que la pandemia ha dejado muchas secuelas de inequidad, pero también de prácticas concretas de solidaridad, mientras que “aumentaba la concentración del poder económico y caían los mercados, las iniciativas populares lograban sostener la vida de los más humildes. De maneras muy creativa, muy solidaria, expresando el ser profundo de los habitantes de nuestras patrias”.

Además – comentó el obispo de raíces indígenas – en los pueblos originarios “vemos también con cuánto respeto se aproximan a la naturaleza para obtener de ella lo necesario, pero sin depredar”.

Ir a la acción

Agradeció al Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc) como la Universidad Iberoamericana de México este esfuerzo con impronta latinoamericana para dar rostro humano a la economía.

“Sabemos que desde Imdosoc se apoyó la creación de la Fundación León XIII que apoya a mujeres indígenas y campesinas en Chiapas y Oaxaca para producir y comercializar sus bellísimas artesanías”, apuntó.

A la luz de estos ejemplos, ha pedido que todas estas iniciativas “no se queden en lo intelectual, sino que inviten a la acción. Más aún, para que esa acción sea bella a los ojos del buen Dios, sea construida por todos juntos. Estamos llamados a caminar juntos”.

Tomado de ADN CELAM

Compartir