El 4 de octubre 2023, dio inicio en el Vaticano, la “fase Iglesia universal” con la apertura de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, misma que concluirá el 29 de este mes.
El título del Sínodo (2021-24), «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión» deja claro que su tema es precisamente la identidad de la Iglesia, su modo de proceder y su estilo de anunciar la buena nueva del Evangelio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Estamos en medio de un acontecimiento eclesial de la máxima importancia para el futuro de la Iglesia universal, cuya gestación comenzó en octubre de 2021, con una histórica y magna consulta al Pueblo de Dios sin precedentes.
La iniciativa del Papa Francisco ha sido un auténtico proceso de “Escucha y Consulta” que ha implicado a millones de personas en todo el planeta, con el ideal de viabilizar avances significativos hacia una Iglesia <más participativa, más abierta, de escucha activa, donde todos encuentren su lugar>. Recordemos que la sinodalidad es un estilo o modo de ser Iglesia, en el que caminamos juntos, tanto clérigos como laicos, cada quien según los papeles que desempeñamos y según nuestros dones espirituales.
Este Sínodo estructurado en tres fases: diocesana, continental y universal, han dejado sus huellas indelebles a su paso por la parroquias, diócesis y conferencias episcopales de todo el mundo escuchando las preguntas, angustias y esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación.
Como una revolucionaria decisión el Papa Francisco ha permitido que las mujeres religiosas y laicas, así, como los varones laicos que han sido elegidos para participar en la asamblea sinodal, en la que hasta ahora sólo se permitía a los obispos, puedan votar sobre el documento final.
En tal sentido, por vez primera en la historia sinodal de la Iglesia, 54 mujeres: 25 de ellas religiosas y 29 mujeres laicas, debutan en este evento con voz y voto ¡algo positivo y novedoso!
Otra gran novedad es la participación de 43 varones laicos, como también, de 27 sacerdotes y 2 religiosos no sacerdotes. A pesar de estas variantes, la característica principal de esta asamblea sigue siendo su <dimensión episcopal con la participación de 269 obispos>. A esta cita, asisten 464 participantes provenientes de los cinco continentes, de ellos, sólo 365 tienen derecho a voto.
La asamblea sinodal prevé una segunda sesión en <octubre 2024> con la esperanza de que esta nueva etapa «fortalezca la Iglesia en su camino hacia una mayor comunión, participación y misión», tal como el Papa Francisco lo ha soñado para la Iglesia.
La fase Iglesia universal centra su atención en la exigente tarea a cargo de los participantes de <discernir con la mayor sabiduría posible> sobre cada una de las interrogantes recopiladas en el Instrumentum laboris (IL) el “Documento de trabajo” el texto base de referencia y apropiación de los participantes en la XVI Asamblea.
El IL, no es un resumen del camino recorrido hasta ahora, sino el resultado de lo que se ha aprendido. El documento consta de un texto y quince fichas de trabajo. Juntas reúnen las claves del camino sinodal realizado hasta ahora en toda la Iglesia Universal.
El IL, no da respuestas, sino que se limita a plantear preguntas. No sugiere respuestas, sino que apunta, abre e invita a profundizar. Deja al discernimiento comunitario el intentar dar respuestas.
Otro aspecto novedoso de la asamblea es la metodología la “conversación en el espíritu” la cual está vinculada al discernimiento apostólico, al diálogo con los «diferentes», a sentirnos hermanos unos de otros porque aprendemos de todos. Y a practicar la salida de uno mismo, comprender las culturas, religiones o modos de pensar distintos. Estamos llamados con toda la humanidad a hacer presente el plan de Dios de justicia, de amor y de paz.
Dando respuesta a la pregunta fundamental del Sínodo: ¿cómo se realiza hoy, a diversos niveles ese caminar juntos que permite a la Iglesia anunciar el Evangelio, de acuerdo a la misión que le fue confiada; y qué pasos el Espíritu nos invita a dar para crecer como Iglesia sinodal? la Iglesia en este momento, está enfocada en hacer una relectura de cómo se realiza hoy en día ese caminar juntos, tratando de detectar las sombras que opacan el anuncio del Evangelio y reorientarse en la dirección en la que el Espíritu le pide mover los pasos siguientes.