La pregunta de Francisco en el Angelus: “¿Qué es realmente para nosotros hoy el cristianismo?”

“También nosotros hemos aprendido  algo sobre Dios, conocemos la doctrina, rezamos las oraciones de manera correcta y, tal vez, a la pregunta de ‘¿quién es Jesús para ti?’ respondemos bien, con alguna fórmula que hemos aprendido del catecismo”, indicó el Papa. Pero, “¿estamos seguros de que esto significa conocer realmente a Jesús?”

“Para conocer al Señor no basta con saber algo de Él, sino que es necesario seguirlo, dejarse tocar y cambiar por su Evangelio”

“¿Yo me dejo inquietar, me pregunto quién es Jesús para mí y qué lugar ocupa en mi vida? ¿Sigo a Jesús solamente de  palabra, siguiendo con una mentalidad mundana, o le sigo, dejando que el encuentro con Él transforme mi vida?”

“No nos olvidamos de las guerras que ensangrentan el mundo. Pienso en la martirizada Ucrania, en Myanmar, en Oriente Medio… cuántas víctimas inocentes”

Ni un atisbo de cansancio. El Papa Francisco ha regresado fortalecido de su viaje a las fronteras de Asia y Oceanía, en el periplo más largo de este pontificado, y así se presentó ante decenas de miles de fieles que quisieron acompañarle en el rezo del Angelus desde la plaza de San Pedro. Un Francisco que fue ovacionado por los fieles a su salida al balcón, y que respondió con una sonrisa.

Durante la reflexión, Bergoglio recordó el evangelio de este domingo, con una de las preguntas fundacionales del Cristianismo. “Y vosotros, ¿quién decís que soy?”, y la respuesta de Pedro: “Tú eres el Mesías”. También, la ‘marcha atrás’ de Simón, tratnado de apartarse “del sufrimiento y de la muerte que le esperan”.

“¿Qué significa realmente conocer a Jesús?”, se preguntó Francisco fijándose en Pedro. Por un lado, “responde de manera perfecta, diciendo a Jesús que Él es el Mesías”. Sin embargo, “detrás de estas palabras correctas sigue habiendo un modo de pensar “según los hombres”, una mentalidad que imagina un Mesías fuerte y victorioso, que no puede sufrir y morir”. Y es que, incluso uno de los discípulos más queridos por Jesús, “tiene todavía que  ambiar de mentalidad, todavía tiene que convertirse”. 

“Este es un mensaje importante también para nosotros. En efecto, también nosotros hemos aprendido  algo sobre Dios, conocemos la doctrina, rezamos las oraciones de manera correcta y, tal vez, a la pregunta de ‘¿quién es Jesús para ti?’ respondemos bien, con alguna fórmula que hemos aprendido del catecismo”, indicó el Papa. Pero, “¿estamos seguros de que esto significa conocer realmente a Jesús?”, cuestionó.

“En realidad, para conocer al Señor no basta con saber algo de Él, sino que es necesario seguirlo, dejarse tocar y cambiar por su Evangelio“, incidió. “Se trata de tener  con Él una relación, un encuentro que te cambia la vida: cambia tu modo de ser, cambia tu modo de pensar,  las relaciones que tienes con los hermanos, tu disposición a acoger y a perdonar, las elecciones que haces en  la vida. ¡Todo cambia si realmente has conocido a Jesús!”.

Citando a Bonhoeffer, el teólogo y pastor luterano víctima del naxismo, Francisco volvió a preguntarse “qué es realmente para nosotros hoy el cristianismo”. “Desafortunadamente, muchos ya no se hacen esta pregunta y  se quedan “tranquilos” incluso lejos de Dios”, lamentó.

Frente a ello, el Papa volvió a preguntar a los fieles: “¿Yo me dejo inquietar, me pregunto quién es Jesús para mí y qué lugar ocupa en mi vida? ¿Sigo a Jesús solamente de  palabra, siguiendo con una mentalidad mundana, o le sigo, dejando que el encuentro con Él transforme mi vida?”.

Tras el rezo del Angelus, y en los habituales saludos, Francisco mostró su cercanía a las víctimas del tifón en Myanmar y Vietnam. “Pido a Dios que sostenga a quienes han perdido a sus seres queridos y sus propiedades”.

También, pidió un aplauso para el nuevo beato, el padre Moisés, para el que pidió un aplauso de los fieles, especialmente a los mexicanos, a quienes saludó.

Tras recordar que hoy en Italia se celebra la jornada de la ELA, el Papa manifestó su cercanía a las asociaciones de voluntariado.

“No nos olvidamos de las guerras que ensangrentan el mundo. Pienso en la martirizada Ucrania, en Myanmar, en Oriente Medio… cuántas víctimas inocentes”, clamó el Pontífice, quien sostuvo que “pienso en las mamás que han perdido a sus hijos en las guerras”, como Raquel, la madre de un joven judío secuestrado y hallado muerto en noviembre. “Cuántas jóvenes vidas truncadas“. 

“Rezo por las víctimas y sigo estando cerca, y manifiesto mi cercanía a todas las presonas secuestradas, a los rehenes”, culminó Francisco, quien volvió a pedir “que se libere a los rehenes, que prosigan las negociaciones y se encuentren soluciones de paz”.

Tomado de RELIGIÓN DIGITAL

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