Los cuatro expertos en redes sociales han coincidido en la oportunidad de estar en estos espacios donde hay muchas personas con sed de Dios y de respuestas, y donde se dan encuentros virtuales que llevan a la presencialidad
Padre Damián: “La comida de Jesús con Zaqueo es el ejemplo de un encuentro digital: su conversación no es explícitamente religiosa, sino un encuentro fraternal en una mesa compartida, y Zaqueo descubre que hay luz. Mi presencia en redes sociales me la planteo para las personas que no tienen fe”
Leticia Soberón: “Los misioneros digitales llevan un tesoro y muchísimo respeto. Y, como el buen samaritano, se encuentran con personas dolidas y saben acogerlas. Hay sed, y también sed de presencialidad”.
María del Mar: “Veo en redes mucho desconocimiento y gente que suelta comentarios confusos. Las personas tienen hambre y ganas de aprender, pero no encuentran dónde”
Fray Marcos: “Tienes que echar las redes en nombre del Señor. No vas por iniciativa propia, sino con humildad, reconociendo quién va delante y quién nos respalda”
¿Tiene que estar la Iglesia en las redes sociales? ¿Cómo tiene que estar? ¿Qué caracteriza a un “misionero digital”? ¿Cómo contestar a los mensajes críticos y hasta violentos que se dan a veces en estos canales? El Vaticano ha querido dar respuesta a estos y otros interrogantes a través del documento ‘Hacia una plena presencia’, presentado por el Dicasterio para la Comunicación el pasado 29 de mayo.
Y Religión Digital ha querido analizar este documento y ampliar el debate reuniendo a cuatro especialistas que han coincidido en tres ideas principales: el encuentro en redes sociales tiene sentido si conduce a la presencialidad; la escucha es un elemento esencial de la presencia de los cristianos en redes sociales, un lugar donde se descubre mucha sed de Dios y de respuestas; y el silencio como la mejor herramienta contra los ‘haters’ y a favor de la fraternidad.
En la tarde del jueves 8 de junio ha tenido lugar, un encuentro online patrocinado por Instituciones Religiosas del Banco Sabadell y con el apoyo técnico de Católicos en Red. En él han participado fray Marcos García, religioso dominico conocido por su reciente paso por el programa de televisión Masterchef; el también sacerdote televisivo Padre Damián Mª Montes, religioso redentorista e influencer; Leticia Soberón, consultora del Dicasterio para la Comunicación; y María del Mar Rufo, reconocida tiktoker conocida como @cosasdemaria, moderados por Jesús Bastante, redactor jefe de Religión Digital.
Un documento muy esperado
El texto vaticano ‘Hacia una nueva presencia’ era una asignatura pendiente del Vaticano desde hace años, inmerso él mismo en su propia reflexión sobre la comunicación de la institución. Leticia Soberón admitió que este documento “viene a llenar un vacío muy importante, era muy necesario para aportar criterios. Su clave es esa presencia humana, samaritana, que también puede darse a las redes sociales, donde se vuelve al ser humano sin renunciar a lo digital”.
Soberón valoró muy positivamente a “las personas que se han lanzado al ruedo de las redes. Son un ejemplo de que el Espíritu Santo sopla y no se puede parar. La reflexión de la Iglesia institucional ha venido después de la experiencia de estas personas”.
Leticia Soberón: “Las personas que se han lanzado al ruedo de las redes son un ejemplo de que el Espíritu Santo sopla y no se puede parar”
El Padre Damián ha agradecido esta publicación vaticana, e incluso “nos habría gustado que llegara al inicio de estos nuevos caminos que se abrieron con las redes sociales. En todo caso, desde luego que da muchísima luz“.
El redentorista se mostró firmemente convencido de que “cualquier medio es posible para anunciar el evangelio, siempre y cuando se sepa usar y se cumplan unos límites: que la presencia digital parta del Evangelio y la normalización de la vida de la Iglesia y la misión”.
“Ser misionero digital va en el ADN misionero –añadió–. No podemos hacer otra cosa que buscar caminos nuevos para que a todos los hombres y mujeres les apasione el mensaje de Jesús como a nosotros”.
Fray Marcos: “Echamos las redes en nombre del Señor”
El dominico Fray Marcos dio una clave con la que el resto de ponentes se mostró de acuerdo: “Yo pienso en el ejemplo de Simón, que pasó toda la noche pescando en medio de la decepción y la desesperanza, y ahí siempre hay que repetir sus palabras: en tu nombre, Señor, echamos las redes. Cuando yo he participado en el programa de televisión, no lo hice por mí. Yo como hombre de fe no soy el dueño de la mies, soy un obrero, y el Señor me envió a ese terreno donde yo pedí si esto iba a servir a su misión. En tu presencia pública no vas tú por iniciativa propia; hay que ser humilde y reconocer quién va delante y quién nos respalda“.
Fray Marcos: “Tú no vas por iniciativa propia; hay que ser humilde y reconocer quién va delante y quién nos respalda”
“Coincido con fray Marcos”, apuntaba María del Mar. “Si lo haces con humildad, preparándote y con mucho respeto y asertividad, eso la gente lo capta. Yo me he encontrado a mucha gente que me pregunta cosas, tienen una inquietud innata, y a eso es a lo que nos tenemos que agarrar”.
Padre Damián: “Estar en terrenos de fricción”
El P. Damián puso un ejemplo más: la comida de Jesús con Zaqueo. “Es el ejemplo de un encuentro digital. La gente murmura y critica por qué Jesús come con un pecador. Su conversación no es explícitamente religiosa, sino un encuentro que se da desde la fraternidad en una mesa compartida. Y Zaqueo descubre que hay luz. Pienso también en Evangelii gaudium y la petición del papa Francisco: Prefiero una Iglesia accidenta por salir, que enferma por estar encerrada en sí misma”.
“Para mí –continuó el redentorista– es fundamental saber a quién nos dirigimos. Si vamos a los de siempre, eso no es misión; ellos ya tienen muchos canales y espacios para alimentar su fe. Para mí la misión se juega en terreno de fricción, donde no se conoce el Evangelio ni a Cristo, o donde es rechazado. Ese espacio no es cómodo, pero mi presencia en redes sociales me la planteo para las personas que no tienen fe. Eso me parece una clave para leer una presencia misionera”.
Padre Damián: “Los de siempre ya tienen espacios donde alimentar su fe. Para mí la misión se juega en terreno de fricción, donde no se conoce el Evangelio ni a Cristo, o donde es rechazado”
Avalando sus palabras, Leticia Soberón recordaba un reciente discurso de Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, que subrayaba la importancia de poner el oído en el Pueblo de Dios y en la gente que ni siquiera sabe que es pueblo de Dios “pero que se acerca y a veces tiene unas preguntas y una profundidad enormes”.
“Los misioneros digitales se acercan a estos espacios con un tesoro y con muchísimo respeto. Y, como el buen samaritano, se encuentran una persona dolida y saben acogerla. Hay también sed de presencialidad, y hay que saber redirigirles”.
“Y está también mi propia sed –matizó fray Marcos–. Me interpela a mí mismo sobre si está presente mi sed de querer ir a determinados espacios.
María del Mar: “Echo en falta una herramienta potente y dinámica que atraiga a la gente para que se formen”
Preguntados los cuatro por qué le pedirían a la Iglesia en este terreno, María del Mar se remitió a su experiencia de interacción con gente joven, y respondió: “Veo en redes sociales mucho desconocimiento, gente que suelta comentarios confusos que han escuchado en sitios muy dispares. Yo hecho en falta algo, una herramienta potente, dinámica, que atraiga a la gente para que se formen. La gente tiene hambre y ganas de aprender, pero no encuentran dónde”.
Contra los ‘haters’, el silencio
Un punto destacado del documento vaticano es la advertencia contra las “trampas”, los “discursos agresivos”, los “comportamientos extremos” o el “autoengrandecimiento”. ¿Cómo tiene que actuar un cristiano ante los llamados ‘haters’, incluso cuando proceden del interior de la Iglesia?
El Padre Damián lo tiene claro: “Me gusta el párrafo 35, que apela al silencio como un bien precioso. Hablando de las controversias, prefiero la tibieza que la ruptura de la fraternidad. Además, el silencio favorece que esos comentarios no se viralicen; a veces estas personas solo quieren alimentar su ego y su comunidad”.
Fray Marcos apuntaba que además “en el silencio también te invitas a ti mismo a escucharte y a plantearte quién eres y quién no eres. Y el otro también se descubre”.
Leticia Soberón: “¿Hay que salir a decir ‘basta ya’ ante determinadas campañas? He visto que el silencio, la discreción y el respeto son algo muy elocuente”
Leticia reveló que este punto había sido objeto de debate en el Dicasterio: “Ha sido un cuestionamiento feroz. ¿Hay que salir a decir ‘basta ya’? Y he visto que el silencio, la discreción y el respeto son muy visibles, una palabra elocuente del evangelio”.
Formación y confianza
En su última intervención, los cuatro expertos convinieron en la importancia de la formación para estar en redes sociales y la profesionalización de los misioneros digitales, no en un sentido de recursos técnicos, sino de “saber qué lenguaje utiliza el mundo”.
“Que la Iglesia no pierda la esperanza, que se puede. Echemos las redes. El Señor nos precede en la misión. Sin mapa pero con paz”.