El Papa Francisco invitó a los fieles a vivir una jornada de oración y ayuno por la paz el próximo lunes 7 de octubre, al cumplirse un año del inicio de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás.
Este llamado a la oración por el cese de la guerra en Oriente Próximo lo realizó al término de la Misa inaugural de la segunda sesión de la asamblea del Sínodo de la Sinodalidad, celebrada esta mañana.
Ante los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco también indicó que el próximo domingo, 6 de octubre, se trasladará a la basílica romana de Santa María la Mayor para rezar el santo Rosario por la paz.
Al concluir su homilía este miércoles, el Pontífice exhortó a los participantes en el Sínodo a retomar este “camino eclesial” con la mirada puesta en el mundo, ya que “la comunidad cristiana está siempre al servicio de la humanidad, para anunciar a todos la alegría del Evangelio”.
Remarcó asimismo que esto es necesario especialmente en esta “hora dramática de nuestra historia, mientras los vientos de guerra y los fuegos de la violencia siguen perturbando a pueblos y naciones enteras”.
“Para invocar de la intercesión de María Santísima el don de la paz, el próximo domingo iré a la Basílica de Santa María la Mayor, donde rezaré el santo Rosario y dirigiré a la Virgen una ferviente súplica”, señaló.
Esta basílica tiene un significado especial para el Santo Padre, ya que es el lugar que visitó la mañana siguiente de ser elegido Pontífice, el 14 de marzo de 2013, para encomendar su ministerio petrino ante el icono de María Salus Populi Romani, protectora del pueblo romano.
De hecho, el Papa Francisco visita Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales, antes y después de cada viaje apostólico como parte de una tradición y un gesto de profunda devoción.
Además, afirmó que desea ser enterrado en esta basílica debido a la gran devoción que le tiene a la Virgen.
El Pontífice también invitó a los miembros del Sínodo a acompañarle en el rezo de este rosario y pidió por último a los fieles vivir “una jornada de oración y ayuno por la paz en el mundo” el lunes 7 de octubre.
Se cumple un año de la guerra en Tierra Santa
El 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamás lanzó un ataque sorpresa contra Israel, acabando con la vida de miles de civiles y tomando numerosos rehenes, muchos de los cuales aún continúan secuestrados.
En respuesta, Israel bombardeó diferentes objetivos e inició una incursión terrestre en Gaza, provocando una grave crisis humanitaria.
En este contexto, las tensiones entre Israel y el Líbano han aumentado debido principalmente a la presencia de Hezbolá, que cuenta con el apoyo de Irán.
En la noche de ayer, Irán lanzó un ataque con misiles sobre Israel, poco después de un ataque terrorista en Tel Aviv donde al menos seis personas perdieron la vida.
Desde el inicio de la guerra, el Papa Francisco ha rogado por la paz y realizado numerosos llamados a la comunidad internacional para poner fin al conflicto, advirtiendo también sobre el peligro de que se convierta en una “tercera guerra mundial”.
En sus apariciones públicas, especialmente en la Audiencia General de cada miércoles, el Santo Padre suele recordar que la guerra “es siempre una derrota” para la humanidad y exhorta a los fieles a rezar por la paz.
También han sido varias las ocasiones en las que ha instado a que se ponga fin a la crisis humanitaria en Gaza, que se permita la llegada de ayuda a la Franja y que los rehenes sean liberados.
Durante la rueda de prensa en el avión de retorno a Roma tras su visita a Luxemburgo y Bélgica, el Papa Francisco precisó que “la defensa debe ser siempre proporcional al ataque”.
“Cuando hay algo desproporcionado muestra una tendencia dominante que va más allá de la moral. Un país que con sus fuerzas hace estas cosas -me refiero a cualquier país-, que hace estas cosas de forma tan “superlativa”, son acciones inmorales. Incluso en la guerra hay una moralidad que proteger. La guerra es inmoral, pero las reglas de la guerra implican cierta moralidad”, aseveró.
La iniciativa del Santo Padre fue promovida también por el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, quien compartió una oración que los católicos de todo el mundo podrán recitar el próximo 7 de octubre al unirse a la “jornada de oración, ayuno y penitencia”.
El patriarca señaló que la jornada tendrá como objetivo implorar a Dios que frene el “torbellino de violencia y odio nunca antes visto ni experimentado” en Tierra Santa.