CUARESMA Y PASCUA, TIEMPOS LITÚRGICOS – SIN SOLUCIÓN DE CONTINUIDAD

La Cuaresma es el tiempo litúrgico en el que más somos invitados a una verdadera conversión y por ello, debemos confrontárnos, dejándonos interpelar con la Palabra de Dios que será proclamada en este tiempo y que contienen toda una catequesis cuaresmal, para renovarnos cara a la Pascua.

Cuaresma y Pascua, noventa dias fuertes. Forman un único movimiento. Cuarenta dias de Cuaresma camino hacia la cruz, cincuenta dias de Pascua, camino hacia la plenitud del Espíritu (Pentecostés), o sea, noventa dias de tiempo fuerte, una una primavera de “ejercicios espirituales” para la comunidad cristiana, siguiendo los pasos de Cristo.

Lo más importante de la Cuaresma es….. la Pascua. El paso atravéz de la cruz a la vida nueva. Un paso que hace 2000 años dió Cristo Jesús y que ahora nos toca dar a nosotros con Él. La Pascua que inauguró Él hace 2000 años, está en marcha todavía. Es Pascua creciente. “Completo en mi cuerpo lo que le falta a la Pasión de Cristo“. A la Pascua de Cristo le falta también que sea pascua nuestra: que nos configuremos a Él en su camino pascual, con todas las consecuencias.

La Cuaresma no es un tiempo de crispación o de angustia, es una preparación seria, eso si, pero no triste a la Pascua. La consigna inicial será “la metanoia”, o sea, el cambio de mentalidad. Para que el hombre viejo, que por desgracia va creciendo muy deprisa en nosotros, vaya cediendo terreno al hombre nuevo. Todo lo que hay de pecado, de antievangelio, y de antipascua en nosotros, Dios lo quiere destruir, para que así podamos incorporarnos al camino de Jesús hacia la vida.

En la Cuaresma, cada dia seremos invitados por la Palabra de Dios a convertirnos y asumir el camino de la Pascua, fijos los ojos en Cristo Jesús, el primero que la vivió enserio.

Vivamos la Cuaresma como todo un camino hacia la Pascua. 

En la Cuaresma es más importante lo que Dios quiere hacer con nosotros que lo que nosotros podamos hacer por ÉL. Es más central la gracia que la ascética. 

Hermanos, la Cuaresma es un verdadero sacramento (signo eficáz) de la salvación pascual. Cuaresma, cuarenta dias de gracia: cómo los cuarenta dias de Moisés en la cumbre del Sinaí, preparando la Alianza; como los cuarenta años de peregrinación del pueblo por el desierto, camino de la tierra prometida; como los cuarenta dias de Elías en marcha hacia el encuentro con Yavéh en el monte Horeb; como los cuarenta dias de Jesús en el desierto, antes de dar inicio a su misión mesiánica.

En la pascua de este año, con su preparación y su prolongación, Dios nos quiere comunicar su vida con mayor prenitud, y por eso somos invitados a una mayor oración y una escucha más atenta de su Palabra, al recordar nuestro bautismo y a celebrar tambien nuestra reconciliación con Dios.

Mi camino cuaresmal, un catecumenado para llegaral triduo de Pascua, inicio de una nueva vida en Cristo. Vivámosla.

P. José Eugenio Correa Moncada 

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