LA NECESITO – CH. 557

La mayoría de nosotros estamos dedicados a la formación de pequeñas comunidades. Y a muchos nos preguntan: Padrecito, ¿Cuál es su comunidad?
Tienen razón esos hermanos que nos interrogan, y los sicólogos, los profesionales de la salud y los consejeros pastorales, quienes concuerdan en afirmar que cada sacerdote necesita una comunidad de ayuda.
Algunos sacerdotes lo hacen vinculándose a una de las comunidades en su parroquia, o en su movimiento. Sin embargo, la experiencia va indicando que es más adecuado pertenecer a una comunidad conformada por otros sacerdotes, una pequeña comunidad sacerdotal.
En comunidad ¿Con quiénes? Con hermanos del presbiterio o Comunidad, con los hermanos sacerdotes con quienes tengamos afinidades, o intereses de ayudarnos a crecer en todos los aspectos. Nos encontramos y nos ponemos de acuerdo para compartir vida y ayuda fraterna, como los Apóstoles con Jesús.
Compartir en una pequeña comunidad sacerdotal de vida y ayuda nos servirá mucho. ¿Verdad? Nos ayudaremos en nuestra vida y ministerio. Y nos fortaleceremos para servir a otros hermanos necesitados. Nos ayudaremos y ayudaremos a otros. ¿Cómo te parece?
Vale la pena dar y recibir, compartir camino para superar dificultades y para realizar mejor nuestros valores. Apoyarnos para configurarnos bien con Cristo Pastor. Compartir como hermanos y crecer en comunión hacia todos los demás. Colaborarnos en nuestro ministerio pastoral. Darnos la mano en todo.
Puedes participar en alguna de esas comunidades sacerdotales existentes, o promover una nueva con tus amigos sacerdotes. Esta semana, podrías dar nuevos pasos al respecto. Vale la pena vivir la fraternidad sacerdotal en esas formas comunitarias concretas.

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