MUCHO POR REFLEXIONAR

Saludo cordial en el Señor Jesús resucitado que nos hace hermanos.

 

Deseo exponer brevemente el significado y el sentido que ha sido para mi vida y para mi ministerio sacerdotal la experiencia vivida en el programa Emaús ofrecido por el Instituto de Pastoral del Clero a lo largo de tres meses, desde el 1º de febrero al 30 de abril de 2024.

El Programa Emaús se ha creado con la finalidad de brindar un acompañamiento de modo personal y específico a todos los sacerdotes que deseen tener una renovación del ministerio sacerdotal, este programa se ha organizado en cuatro etapas, a saber:

  • Etapa propedéutica: Se tocaron los temas como la nueva evangelización, el discernimiento personal, los fundamentos de la persona humana y el proyecto personal de vida.
  • Etapa kerigmática: El amor paternal de Dios, cuidado de la salud física, equilibrio nutricional y kerigma con sentido vocacional.
  • Etapa discipular: El misterio del sacerdote y la formación discipular, los desafíos humanos y la comunión presbiteral.
  • Etapa configuradora: La espiritualidad actual, la identidad y pastoral sacerdotal, la vocación y el directorio para el Ministerio y vida de los presbíteros.

Las diversas temáticas me llevaron a consolidar mi ser y obrar como presbítero y a reconocer algunas dificultades que a veces se presentan en el camino del ministerio sacerdotal como el activismo o el posponer la vida de oración o a veces el dejar a un lado la importancia de lo primordial en la consagración sacerdotal; sin embargo, los temas los comprendí y, desde una reflexión profunda, fueron asumidos cumpliendo las expectativas esperadas.

En cada uno de estos momentos se llevó a cabo un acompañamiento psicológico ofreciendo sesiones de evaluación y orientación en la vida de todos los participantes de este programa, para mí como presbítero fue de gran importancia debido a que todos los objetivos del acompañamiento psicológico fueron asimilados y cumplidos correctamente en mi proceso, de lo cual me siento contento y muy satisfecho.

La dimensión espiritual ha sido para mí un hito esencial en mi camino presbiteral, en el proceso se llevó a cabo la confesión frecuente, el aprovechamiento de retiros espirituales y la profundización de la oración personal y comunitaria como base vital del ministerio, la celebración diaria de la Eucaristía acrecentó en mí un amor más grande por este especial Sacramento.

En la parte pastoral, el acompañamiento en la parroquia de San Antonio de Pereira cada domingo y en la parroquia de Cocorná en la Semana Santa fueron para mí momentos especiales al servicio de la Iglesia colombiana, las comunidades quedaron agradecidas y mi ministerio se revitalizó de manera formidable.

En lo tocante a lo humano y comunitario, el Programa fue muy adecuado al brindarme un acompañamiento para un autoconocimiento adecuado descubriendo el amor de Dios y asumiendo mi humanidad desde el llamado del Señor; es por ello, que queda en mí una claridad para asumir los retos que se presenten de ahora en adelante en mi ser presbiteral.

Quiero manifestar mis compromisos, que el Programa Emaús ha dejado en mí: deseo arduamente presentar mi identidad sacerdotal a la Iglesia, especialmente en la diócesis de Ipiales, acrecentando en mí los dones y carismas que he recibido de parte de Dios. Además, mi compromiso es a vivir una vida intensa de oración que se manifiesta en la espiritualidad personal y en la liturgia comunitaria. Me comprometo a llevar a cabo mi Proyecto de Vida revisando constantemente mi misión sacerdotal al servicio del pueblo santo de Dios en obediencia a usted como mi Obispo y a la autoridad de la Iglesia Católica.

Por último, y de manera especial quiero agradecer a Dios por permitirme afianzar con Él una cercanía más profunda, le agradezco a la Iglesia y a mi Diócesis por permitirme tener esta oportunidad en este espacio tan adecuado para nosotros los presbíteros, así mismo, quiero agradecerle a mi Obispo por su preocupación tan grande por mí, ayuda generosa y por su confianza que ha depositado para que renueve mi ministerio y pueda continuar sirviendo como un mejor sacerdote.

Que el Señor Jesús, el Buen Pastor y su Madre, la Virgen Santísima de Las Lajas bendigan tu ministerio pastoral, muchas gracias.

Padre Freddy

Participante del programa EMAÚS

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