San Lorenzo de Brindis

San Lorenzo nació en Brindis (Italia) en 1559. Siendo diácono obtuvo para la fe muchas conversiones gracias a su prédica. Tiempo después de ordenado sacerdote, el Papa Clemente VIII le pidió que trabajase en la conversión de los judíos, labor en la cual también destacó apoyado en su conocimiento del hebreo. Cierto día un sacerdote le preguntó cuál era su secreto para predicar y el santo respondió: “En buena parte se debe a mi buena memoria. En otra buena parte a que dedico muchas horas a prepararme. Pero la causa principal es que encomiendo mucho a Dios mis predicaciones, y cuando empiezo a predicar se me olvida todo el plan que tenía y empiezo a hablar como si estuviera leyendo en un libro misterioso venido del cielo”.

San Lorenzo dormía sobre tablas, se levantaba en las noches a rezar salmos, ayunaba con pan y verduras, huía de recibir honores y trataba de estar siempre alegre y de buen humor con todos. La gente lo admiraba como a un gran santo. Su meditación preferida era acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

Se dice que cierto día, el Santo se detuvo en el convento de Gorizia, donde el Señor se le apareció en el coro y le dio la comunión. Esto lo movió a servir en varias misiones diplomáticas que favorecieron a la paz en diversas regiones de Europa.

Más adelante San Lorenzo se retiró al convento de Caserta y era frecuentemente arrebatado en éxtasis durante la celebración de la Misa. Partió a la Casa del Padre el 22 de julio de 1619, el mismo día de su cumpleaños. Fue Beatificado en 1783, por el Papa  Pío VI y canonizado en 1881 por el Papa León XIII. En 1959 San Juan XIII le otorgó el título de Doctor de la Iglesia.

Tomado de Aciprensa

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