Para que El Señor inspire a sus obispos, sacerdotes y diáconos, para que sepan suplir las necesidades del pueblo de su jurisdicción, y, además, su pueblo sepa discernir la voz de Dios, que, a través de ellos, les habla y derrama sus bendiciones.
Para que El Señor inspire a sus obispos, sacerdotes y diáconos, para que sepan suplir las necesidades del pueblo de su jurisdicción, y, además, su pueblo sepa discernir la voz de Dios, que, a través de ellos, les habla y derrama sus bendiciones.
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LA ESPIRITUALIDAD DE COMUNIÓN CON EL ROMANO PONTÍFICE
PARA COMPARTIR CON NUESTRA COMUNIDAD – Clero Hoy 631
FRANCISCO: La muerte no es el fin de todo sino un nuevo comienzo