PARA COMPARTIR CON NUESTRA COMUNIDAD – Clero Hoy 552

  • El profeta expresa su absoluta confianza en Yahvé. Así como Yahvé es el fuerte defensor del pueblo, lo es de cada fiel. La confianza del profeta se basa en el conocimiento que tiene de sí mismo y su fidelidad a Yahvé, también en el reconocimiento de que Yahvé le conoce internamente “Señor del universo, que examinas al honrado y sondeas las entrañas y el corazón” (Jr 20, 10-13). La vivencia auténtica de la fe y la fidelidad a Dios, producen como fruto la confianza.
  • Una verdad antropológica cristiana es que el hombre nace con el pecado de Adán, es decir, alejado de Dios. Pero, otra verdad… es que el hombre ha sido redimido por Cristo, es decir, devuelto a la comunión con Dios. La mayor o menor conciencia y aceptación de estas verdades afecta de modo determinante nuestra manera de vivir y nuestro compromiso cristiano (Rm 5, 12-15).
  • El llegar a la fe en Jesucristo, implica, sabernos en el camino de la verdad que nos compromete a ser sus testigos; sabernos poseedores de la vida indestructible que solo Dios da a los fieles. Por ello, la fe verdadera nos permite anteponer el temor de Dios a cualquier otro temor (Mt 10, 26-33).
  • En cada eucaristía celebramos el misterio por el cual ha sido posible que todos los hombres pasemos del estado del antiguo Adán -condenado a la muerte por el pecado- a participar del don de Cristo, nuevo Adán, la vida eterna y la resurrección.
  • CEC 852: el Espíritu de Cristo sostiene la misión cristiana; CEC 905: evangelizar con el testimonio de la vida; CEC 1808, 1816: el valiente testimonio de la fe supera el miedo y la muerte; CEC 2471-2474: dar testimonio de la Verdad; CEC 359, 402-411, 615: Adán, el Pecado Original, Cristo el nuevo Adán.
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