Estamos de nuevo de lleno en el Tiempo Ordinario de la liturgia, hemos retomado los textos del Antiguo Testamento en la primera lectura, y además la estola y casulla color verde, propia de este tiempo, color que significa esperanza, y los cristianos caminamos la vida ordinaria en la virtud de la esperanza; seamos muy consientes de estos cambios tan significativos en nuestra liturgia.
Nos Preparamos a la solemnidad de la Santísima Trinidad: Canta el himno de las laudes de este día: “El Dios uno y trino, misterio de amor, habita en los cielos y en mi corazón”, recordándonos que estamos invitados a tomar parte de la vida íntima de Dios, fuente de amor inacabable. Al revelarnos su naturaleza trinitaria, Dios nos introduce en el misterio más grande: siendo Él unidad perfecta, es también comunidad de personas. Y, aunque la inmensidad divina nos resulte insondable, nuestro corazón rebosa agradecido por el don recibido.