Doy gracias al Dios de la misericordia por mirarme y escogerme para trabajar en su viña, a pesar de mis miserias.
Doy gracias a Dios por mi Obispo, Monseñor Fidel León, que por mediación del padre Carlos Castaño me permitió vivir un tiempo de gracia y bendición (febrero – abril) para renovar mi sacerdocio y tener un encuentro profundo con el resucitado, mediante este proceso de estudio – conversión y sanación integral Através de estas etapas y dimensiones (humana, espiritual, intelectual y pastoral).
- Etapa propedéutica: Valorar mi vida presbiteral.
- Etapa Kerigmática: Experimentar en el amor de Dios en la evangelización.
- Etapa discipular: formarme discípulo – misionero desde el corazón de Jesús, Buen Pastor.
- Etapa configuradora: Configurarme con Cristo, Sumo Sacerdote que me llama a la santidad.
- Etapa de síntesis y seguimiento: Proyecto de vida sacerdotal en y desde la vida ordinaria, para ser mejor ser humano y mejor consagrado.
Imploro a la Santísima Virgen María, Madre de los Sacerdotes, me ayude a amar – seguir- y servir a Cristo sacerdote como ella lo amó – sirvió – y siguió.
Unidos siempre en oración y de corazón.
Infinita gratitud.
Padre Eduardo
Participante del programa EMAÚS