Amado Señor, bendice a tus misioneros que, con amor y entrega, llevan tu Evangelio a todos los rincones del mundo, dales fuerza en la fatiga, consuelo en la soledad y alegría en el servicio. Que sean siempre luz en la oscuridad y testimonio vivo de tu amor.
María, Madre de las misiones, acompáñalos y protégelos.